Qué de qué

- Pato, ummm... eso me recuerda a un poema muy raro que... mmm vaya, eh.... bueno, que hacía un símil entre un pato y el insomnio. Sabe... últimamente le he declarado la guerra a los "que" en mis poemas. Y no se lo va a creer, pero no sólo es difícil esquivarlos, sino que (mierda) pocos lo hacen. No quiero decir con esto que (mierda) un poema sea mejor o peor por incluir esta palabra. Estoy de acuerdo en que (mierda) es una palabra necesaria para introducir ciertas ideas o situaciones en un contexto o frase, pero es una palabra que (mierda) me parece tremendamente fea. Tanto estética como fonéticamente, eh. Diría que (mierda) es por la inutilidad de la Q sin la U, pero pasa igual con la G ante las letras I y E y, sin embargo, los sonidos "gue" "gui" me parecen maravillosos. Así que (mierda) no, el problema no es ese. No es culpa de esa U intermediadora, ni tampoco de la Q, ya que (mierda) me encanta el Queso, aprobé Química con buena nota en mis estudios, y una vez tuve un sueño erótico con una Quiromasajista. Y la quiromasajista estaba para mojar pan, créame. Así que (mierda) no puede ser problema de esas dos letras. Tampoco de la E, bonita vocal que (mierda) pronunciamos casi como una A allí donde yo nací. Y la A es otra letra muy bonita. Cómo si no iba a ser la primera letra de nuestro abecedario. El problema es la palabra en sí, que (mierda) es fea de cojones y suena a interjección chulesca y vacilona. Y, por supuesto, una vez escrita la primera vez en el texto, es prácticamente imposible no incluirla en próximas frases. Y dígame usted si no es feo un poema lleno de "que" por doquier. Yo he llegado a ver en redes sociales textos de escritores de medio pelo y pelo entero que (mierda) llevaban un "que" en cada verso. Por poco me saco los ojos, oiga. Que (mierda) parece que (mierda) es una palabra que (mierda) aparece poco, pero eso es porque no te fijas en ella. Verás que (mierda) ahora vas a verla resaltada en cada texto que (mierda) leas. Así como en negrita, cursiva, subrayada y con dos neones rosa fucsia titilando en sus esquinas. Ya nunca pasará desapercibida para usted, ya verá. Es más, si escribe usted poemas también, verá que (mierda) modificará los versos y tiempos verbales cada dos por tres o incluso hasta la pasividad o actividad del sujeto, para no tener que (mierda) incluir esta feísima palabra en ellos. Si no, ya me contará, ya...
- Ehm... bueno... vale... ¿pero para comer va a tomar merluza a la marinera o pato confitado?
- ¿Qué?

2 comentarios:

  1. QUÉ barbaridad. Me he puesto a contar los qués de mis poemas.
    Muy bueno, me ha encantado.

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