Al inicio de mis estudios como Ingeniero Técnico Industrial especializado en Ferias y Casetas temía convertirme en un pobre mileurista más de la lista. Ahora soy pobre directamente, ansiando a llegar a mileurista. Culpa de la herencia recibida (ninguna, de momento...).
Mi hermano me define como el cabezón-orgulloso-que-cobra-más-que-él-con-menos-antigüedad-en-la-empresa. Sin embargo mis amigos, como me conocen sólo en los bares, dicen de mí que soy una persona apasionada, alegre, divertida (a pesar de mi humor incomprendido) y, con un bajo índice de error, el alma de la fiesta. Pero esta imagen dice todo lo contrario.
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