He vuelto


He vuelto, pero no como la canción esa de El Barrio que he escuchado entre mil y dos mil veces en la última semana; he vuelto de las vacaciones.

He vuelto al fresquito de Córdoba, que oye, dicen que no ha estado haciendo calor, me debía estar esperando a mí. Y bueno, no es que haya hecho nada súper interesante, no me he ido al extranjero (ni a Portugal y eso que lo tenía al lado), ni me he acostado a las 9 de la mañana, que por otro lado lo agradezco. Pero quizás os pueda contar algunas cosas de este periodo de no venir a trabajar.

Cosas como salir el viernes de trabajar e inaugurar tus vacaciones y encontrarte a gente del trabajo con cierta responsabilidad, digamos con alguna cerveza, o muchas de más, Que eso está bien, pero lo malo es que te paren en mitad de la calle y se les vaya la olla charlando como si fueras su mejor amiga.

Como irte a Benalmádena temprano, parar en Málaga a desayunar porque no llevas prisa y lo que vas a coger es el cercanías, y que tarden una hora, en servirte el desayuno (Cafetería Sabora, al salir del vialia como para la estación de autobuses, cero recomendable). y ya te pongas de mala hostia.

O ir a un bar de tapas y que te pongan las papas bravas más picantes que hayas comido nunca y termines diciéndole al camarero que eso no se lo come ni él, y que sí, te dé la razón. Creo que si lo pienso aún me pica la lengua.

Puede que una de las cosas que no se me olvidarán es que tuve una boda, fue estupenda en todo, pero hacía calor que se m caían goterones de sudor hasta por las piernas, es lo que tiene casarse en agosto en Córdoba, que lo normal es que te toque un día absolutamente calorífico.

No me olvidaré que nos fuimos a Huelva en tren para ir a Isla Cristina, pedimos ayudan en Renfe, porque mi abuelo está mayor y le cuesta andar, en Córdoba genial, pero en Huelva, me hubiera dado tiempo a bajar a todas las personas de una en una antes de que viniera el señor de Atendo. Y allí estaba yo, con mis dos abuelos, cuatro maletas y andando a 20 cm por segundo.

Mi abuelo bebiendo sorbitos de gin tonic y diciéndole a mi abuela que era tónica en el chiringuito de la playa...

Fiestas que duran más de 12 horas y al día siguiente más, mi casa que era lo más parecido a una casa de acogida, siempre había gente que no vivía allí y lo mejor es levantarte por la mañana y no saber a quién vas a encontrarte para desayunar...

Por lo demás, vacaciones normales, descansando, leyendo, en la playa y con mucha gente.

Estamos preparando septiembre, ya queda menos para volver a juntarnos, y pienso eso porque cuanto más ocupada esté menos me acuerdo de que he vuelto, a la rutina, al trabajo, a lo mismo de siempre, aunque a veces, es necesario.

1 comentario:

  1. Yo he vuelto a beber cocacola. (Y es que es la única manera de beber whisky sin que se note mucho.)
    Bubo.

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