Hoy
recibo las notas de mi primer curso de Dirección de Cocina. Y viendo que no se
si estaré aquí este verano (todo depende de si encuentro trabajo) pues quiero
hacer una entrada para homenajear estas tierras que me han aportado tanto,
estas tierras en las que te puedes perder entre rayos de luz reflejados en el
mar, espuma de las olas entre los dedos de tus pies y una brisa que es tan
odiada como amada.
Pero
este homenaje debe ser más que a esta tierra, a sus gentes, y en concreto a
estas personas que me han aportado muchísimas cosas desde que llegue, a mis
compañeros de clase, aunque algunos más que compañeros son mis amigos. Estos
con los que hemos pasado las quiñonadas*, con los que me he reído hasta llorar
y con los que he pasado un curso de escándalo. A todos ellos, incluso a los que
apenas veía les quiero dedicar esta entrada y sobre todo darle las gracias por
todo.
Por
último no puedo terminar esta entrada sin hablar de mis hermanos del fifa, esos
a los que les arrebato unos puntillos decisivos que hacen que no ganen la liga.
Esos con los que he pasado los mejores momentos y que son los que hacen que no
pueda arrepentirme de estar aquí. Y sé que estaréis pensando que esto es una
moñería muy gorda, tal vez lo sea, pero si no os gusta os podéis ir al carajo. No puedo
terminar este texto sin despedirme de mi “compañero de piso” según Manuel…
espero que te escojan en Málaga hermano y que sigamos en contacto, porque
dentro de unos años quiero ver cómo me dices que tienes ya una plaza fija de
profesor y le has dado biberón en boca a todos los que se presentaron XD. Un
abrazo mu grande, eres un crack de los que no abundan chef Coronado. Se te echara de
menos, pero hoy fiestón de los buenos para darte una despedida como te mereces.