Excesos y vicios

Buenos días/tardes/noches o lo que sea cuando estés por aquí.

Si estás leyendo esto es porque has visto esas dos palabras y no puedes quedarte quieto como si no pasara nada. Palabras que incitan, que invitan a seguir.

Ya casi es Navidad, no voy yo a descubrir el mundo ahora, seguro que muchos habréis empezado ya con las típicas comidas, que si en el trabajo, que si en la facultad, que si con vuestro grupo de amigos etc. y lo peor es que todavía (sí, lo peor he dicho) quedan las típicas cenas familiares.

Lo malo de esto son los excesos, comes un montón, cosa que cualquier día normal ni de coña harías, incluso comida que miras mal, pero te comes porque ya la pagas, o que tu madre se ha pasado ocho horas en la cocina, a ver quién es el guapo que dice que no se lo come (automáticamente una mano se acerca a tu cabeza y te la ganas).

Sales mucho, aunque tengas que trabajar, porque claro es Navidad, y no pega quedarse en casa, no seas triste hombre...
Ya que sales mucho bebes mucho, muchísimo, sí, también más de lo normal, te tajas un día cualquiera porque sí, te da igual que sean las tantas y hasta el dinero que te has gastado (esto al día siguiente se traduce en estar llorando todo el día hasta que vuelves a salir). Porque obviamente vuelves a salir y no importa en lo más mínimo.

Realmente el alcohol y el salir para este grupo nuestro podrían declararse vicios, porque lo hacemos de manera continuada y en cantidades industriales sea Navidad, verano, Semana Santa, feria, viernes, sábado, martes...
¡Eh, eh,! No os alarméis tampoco es para llevarnos a alcohólicos anónimos, es que somos andaluces y nos gusta exagerar, es nuestra forma de vida, junto con la cerveza y la siesta y los toros y la fiesta y el no trabajar...Po no, "irse a la mierda todos los que hayáis pensao eso".

Tenemos más vicios y nos excedemos en más cosas. Sin ir más lejos seguro que todos compartimos el vicio del sexo, que ojo, no quiere decir ni por asomo que lo practiquemos en exceso. Sin embargo decimos chorradas en exceso y no es un vicio, es algo natural e incorregible.

Nosotros, KTB como bien debéis saber, somos muy dispares y tenemos vicios y excesos distintos, ésos solo eran algunos posiblemente comunes, pero si quieren que los cuenten los demás. O podéis preguntarles, que la mayoría os contestará sin miedo.

Por último quiero contaros que a nosotros aparte de todas las comidas antes citadas nos queda una juntos, por definir algunas cosas, a la que no, no estáis invitados, pero es para que veáis que nos queremos mucho y a la Carva más que va a hacer la comida =).

Cuidadito con los excesos y los vicios y sobre todo dónde y cómo.

¿Tenéis vicios? ¿En qué os excedéis? ¿Solo en Navidad?

Venga, no seáis coñazo y contadnos cosas.













5 comentarios:

  1. A la Carva y a mí...que seré su pinche en cocina (y de momento el arroz me sale más bueno a mí muaahahahaaaa)

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    1. Peléate con Nur que se pidió el pinche, puede ser a la que se pinches, juas juas

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  2. vicios... vicios... yo no tego vamos, a ver que piense... hm.... bebo un poquillo, alomejor, qué te digo, 7 u 8 whiskys al viernes, 10 o 15 cervezas al sábado, entre 2 y 5 chupitos a la semana... na y menos, vamos....

    No, no, nada más, no, salir no salgo nunca hasta más tarde de las 08:00.

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  3. ¡Tarde! Llegué tarde a la recomendación de "cuidado con los excesos". Ayer no fui persona era más bien un fantasma errante. La noche del 19 tenía cena con los amigos del trabajo y se alargó más de lo normal. Porque a las cenas de trabajos, se va sin ganas, se come poco se bebe menos y uno se va pronto a su casa. Solo que nosotros nos llevamos bien y comimos poco, pero con barra libre así que... ¡Se nos fue la mano! Y después terminamos fumando en un bar, con la persiana echada y una rubia siliconada poniendo copas. ¡No! Os juro que no estabamos en un puticlub, las niñas del curro no nos hubiesen dejado, pero se parecía mucho. La espuela cayó en el sojo y de ahí a casa que hay un paseito agradable. Como una rosa llegué a la cama. Lo que no se es lo mal que me sentó el sueño. Al día siguiente, ya digo. ¡Echo unos zorros! Ahora queda pasar el resto de Navidad más sereno, con ganas de fiesta pero sin la necesidad imperiosa de terminar hasta las tantas "mamao". A ver si lo consigo.

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