Aventuras por Inglaterra.

¡¡Hola!! 

Sí, por fin hago mi primera aparición pública. Lo escribí hace casi un mes, pero se me han pasado los días y no lo he publicado hasta ahora... Como llego con atraso, os dedico una entrada cortita!!

Pues bien, ya habían pasado días de que no me pasaba algo un poco fuera de lo normal… Y aquí viene mi estreno por tierras británicas.

Como cada día, nos hemos levantando, hemos desayunado, hemos hecho carreras para ver quien es el primero en vestirse y lavarse los dientes (si no lo hago de esa forma, no llegamos al cole nunca!!) y, entre medias de una cosa y otra, hemos coloreado, terminado las tareas, montado un cochecito con las piezas del Lego, jugado con la fruta y con los 800 peluches que nos encontramos por el camino; en fin, lo de todas las mañanas.

Hoy, como casi todos los días desde que he llegado, lucía un bonito sol, digno de un paseito por estos parajes. Me puse las zapatillas y me fui a correr, cada vez tiro por rutas diferentes, así poco a poco voy descubriendo la ciudad. Corriendo, corriendo llegué hasta uno de los miles de bosques que circundan Woburn Sand, al introducirme en él me encontré con un sendero de al menos “un km de ancho” abriéndose camino entre tanta mata:


pero, fíjate por donde que alcancé a ver un caminillo estrecho y tortuoso que llamaría la atención de todo aventurero y amador de la naturaleza en su más puro estado. Es obvio que ni llegué a plantearme qué camino escoger. Claro que no!!!! Para qué estarán los grandes y señalizados senderos en los bosques??? Si ya me invento yo una ruta solita!!

Ahí que iba yo, cual macaco salvaje, descubriendo mi nueva jungla! Qué maravilla, árboles gigantes, todo verde, una vegetación propia de un clima frío y húmedo como este, con bichitos que intercambian sonidos entre ellos, suben y bajan por las ramas, hojitas que caen por doquier haciendo alusión al otoño, rayitos de sol que consiguen traspasar las copas de los árboles, y que dejan ver toda su trayectoria hasta llegar al suelo, iluminando una plantita que crece haciéndose hueco entre el resto. Qué tranquilidad, cuanta armonía junta, cosas que solo se consiguen apreciar si te pierdes por mitad del bosque…

Hora de volver a casa!! Sí… Solo tenía que retroceder por donde había venido… Me dí media vuelta y empecé a andar y a andar y a encontrar árboles por los que había pasado antes, ¿o no eran esos? Bueno, quizás era girando un poco más a la derecha, para arriba y a la izquierda... Y… Claro que sí!!!!!!! Excelente!!! Por qué si antes estaba bajando y ahora me había dado la vuelta, y se suponía que tenía que subir, estaba bajando de nuevo????????????

Empecé a andar y a correr no se para dónde. ¡Que no cunda el pánico! Aunque a medida que iba pasando el tiempo me iba cagando las patas abajo, sinceramente. No veía ni camino, ni casas, ni señales humanas por ningún lado, solo y exclusivamente escuchaba los bicharracos esos que antes eran tan adorables. ¿¿¿En qué momento se me había ocurrido la fantástica idea de meterme en mitad de tanto jaramago???

En fin, que desesperada después de estar dos horas dando vueltas por el maldito bosque ese, me encuentro un camino un poco más grande y, cuál es mi grandísima suerte, reconozco que me acompaña en muchas ocasiones, que aparece un ciclista!!!!! No sé yo si es que lo asalté de forma demasiado brusca, porque el chavalito se me quedó mirando como si fuera un bicho raro, claro, tal vez puede ser que con los nervios no daba yo con el inglés y el pobre no me entendía… Así que empecé a decirle que estaba lost for many hours y que, plis, help me!!!!!!! Me dice que él va para el mismo sitio que yo, pero que es a long way, que el va con la bici… Temiendo que me abandonara, ni lo dejé terminar la frase con un: “yes!!! Perfect!!! I love running!!”. Ahí me ves corriendo detrás del tío de la bici, que me hablaba de yo qué sé qué. En esto que, para mi desgracia, se me dobló de mala manera el tobillo… Uuuufff!!! Por no dar más problemas, no le dije nada y seguí corriendo como pude, que parecía que estaba jugando a la pata coja. Mientras, el man habla que te habla, no cerraba el pico ni ‘pal’ carajo, cuando de repente me suelta: “are you single?? Or maybe you have boyfriend…”. No me lo creía!!!!!!!! O sea, yo muriéndome del dolor, corriendo por medio de la maleza, y él no tiene otra cosa en qué pensar!!??? No existía peor momento en el mundo para ligar, no… Digo, el flipao!! Mi respuesta… “Boyfriend no, husband and 4 children!” Y a tomar por culo la moto, hombre ya con las tonterías! Imagínate, estaba yo infernaita viva!!!

Hasta que finalmente llegamos a la civilización, encontré mi casa, y aquí estoy escribiendo con la pezuña en alto. Estoy viva!!!!!! Chupiiiiiiiiii!!!! La próxima vez que vaya a correr, me pondré a dar vueltas a la casa, que para eso es bastante grande.