Come Back Home

Bueno, después de un merecido descanso creo que ya va siendo hora de soltar la entrada que tenía pensada  desde hace tiempo pero que por motivos varios no pude publicar.
Ahora que la Navidad ya ha pasado, y con ella mi estado de nostalgia típico de estas fechas, me gustaría hablar del hogar, y diréis: “vaya pamplina ompare”, ya lo sé pero si eres de los que vive fuera del sitio que te vio nacer quizás llegues a entender lo que digo.
Para mí el hogar no es esa casa típica donde vive la madre que te dice: “niño limpia el cuarto que he visto una pelusa hablando cinco idiomas diferentes”, el padre que te dice: “….” (por lo general los padres hablan poco la verdad…) y el hermano pesado que te refriega por la cara que liga más que tú y que ha tocado más tetas en un día que tú en tus 22 años.
El hogar es un estado mental, el cariño de los tuyos, del cuál te tienes que rodear para seguir adelante, ese lugar indefinido que te vio nacer, crecer, caer y levantarte. Donde refugiarte en momentos de estrés máximo producto de esta vida que pasa rápidamente sin preguntarte si estás cómodo o no. Pasa sin más, sin freno.
Con esto quiero decir que no tienes que tener un hogar donde vivir, sino un hogar al que volver y coger fuerza para seguir adelante con tus sueños y metas.
Lo siento por tal truñaco sentimental, pero lo dije al principio y por estas fechas me suelo poner bastante nostálgico.
Os dejo una canción que desde que la escuche estoy totalmente enamorado de ella y guarda relación con esto que os he contado aquí:  Come back to the middle

P.D: mamá ve preparando los flamenquines para la próxima vez que ya estoy hasta el carajo de potaje y puchero de la abuela!

1 comentario:

  1. Y es que, como bien dices, el hogar no es lo físico, de hecho puedes llegar a tener más de uno si te sientes a gusto.

    ResponderEliminar