Del ataque zombi, o cómo parecer gilipollas.

Bueno, aquí estamos otra vez. Debería estar estudiando, pero desde anoche tengo algo que me ronda la cabeza y me impide concentrarme… bueno, tampoco es difícil eso.

La cuestión, me sucedió una cosa, extraña creo, y quería dar los ingredientes, por si alguien la quiere experimentar.

¿El resultado? Ni yo misma lo sé, pero bueno, creo que asemejaría bastante a lo que sería viajar en el tiempo o un viaje astral de esos que tiene la gente que toma cosas ilegales. No fue mi caso. No tomé nada raro.

En fin, procederé a dar la recetica, no todos los días puedes hacer un experimento de bajo presupuesto:

-En primer lugar, añade un poco de época de exámenes, si puede ser de la semana previa mejor, que estás más como loca (o loco, según te consideres).

- Una llamada para salir, con actitud, por supuesto, de “bueno va, me viene bien despejarme que estoy desvariando ya”. Ese es el punto idóneo, si no has llegado ahí no sigas, no te servirá de nada.

- Arréglate mucho tiempo antes (recuerda que necesitas despejarte desde ya) y aprovecha el tiempo que te sobra cuando acabas para dar un repasito a lo estudiado, porque te sientes mal, obviamente.

- Sal con la cabeza como un bombo de bingo “calentito”

-Todo esto, por su puesto, debe darse un día en que tu pueblo parezca el escenario de una película de zombis: nadie por la calle, mucho frío, algunos adornos de navidad todavía colgados… vamos, como la gente hubiera huido.

-Para rematar esta sensación de soledad callejera, llega antes de hora y a un sitio, en el que has quedado, que está cerrado (en  serio, muerta me quedé O.O).

-Encuentra un lugar abierto, que se resista a abandonar por el ataque zombi, semi-desierto, como el resto del pueblo, y para rematar, siéntate en un lugar escondido, donde tengas una inmensa pared que te impida el visionado de la gente que entra y sale.

Con todo esto ya tienes los ingredientes necesarios, solo queda esperar. Esperar a que pase el tiempo sin que te des cuenta, porque estás en una nube, mitad conversación con tu acompañante, mitad civilización sirio-palestina del siglo catapúm antes de Cristo. Y, en esa pompa, date la vuelta para pedir una cerveza… PUM!!!!!!!!!! El bar en cuestión lleno de gente, la barra maciza y alguien que conoces y nunca, menos ese día desértico por el ataque zombi, allí, de frente, la primera persona a la que ves…

¿Fin de curso?, no, es enero… ¿alguna fiesta?, no… ¡Mierda!, los exámenes y yo aquí…a no, que ya no estoy en el instituto…

Segundos que parecen horas y tú que no te puedes mover porque el ataque zombi nunca existió y la gente, hasta la que no te esperas, está en la calle. Los pies en la tierra y tú volando ¿o no?, no lo sé…

Nota: los exámenes los puedes cambiar por cualquier situación psico-estresante, cualquiera que te provoque ese estado de “mierda, otra vez he cogido el teléfono como ratón” o algo similar.