Malditos Cabrones e Historia del plátano

Escribo porque estos cabronazos me taparon mi última publicación, publicando otra justo 3 MINUTOS DESPUÉS que la mía, dejándola sumida en el más profundo olvido y desconocimiento.

Eso sí, como alguien tenga cojones para publicar ahora, que se prepare...

Bueno, dejando a un lado mi oscuro lado sádico-vengativo os voy a contar la historia del plátano (chorrada monumental). Pues sucedió ayer mismo. A las 11.00 PM recibo una llamada de un número que no tenía guardado, y lo cogí. Se trataba de un alumno del grupo de adultos de mi academia de teatro que se había dejado olvidada la cartera en la escuela y, como le hacía mucha falta, me pedía el favor de ir a abrirle exclusivamente para que la recogiese. He de decir, que de no ser porque iba a ir a mi bar favorito (La Libra, Córdoba) a beberme unos cuantos tercios, me hubiese sentado como una patada en todo el monedero. Yo estaba terminando la cena, me solidaricé con el hombre y fui corriendo a mi habitación a vestirme y salí en la fría noche cordobesa dirección a mi trabajo, del que había salido pocas horas antes. Una vez allí vinieron los "mira que hacerte venir a estas horas", "no sé como voy a agradecértelo", "perdona de verdad" por su parte; y los "no te preocupes hombre", "esto le puede pasar a cualquiera" o " total, que más da, si ahora me voy al bar" por la mía. Justo cuando estaba cerrando la puerta para marcharme, deseosa de beberme la cruzcampo más fría de La Libra, empieza el chico a remover sus bolsas, y finalmente extrae un manojo (creo que se dice así) de plátanos, arranca uno y se empeña en dármelo. "Hombre, si ya he cenado, si, si, si yo ahora no voy para mi casa, qué hago yo con un plátano en el bar..." Nada. Avenida Gran Vía Parque abajo, iba yo caminando con mi plátano, que encima era enorme. Puede parecer una historia bastante tonta, pero... Os juro que yo no entendía qué cojones hacía yo entrando al bareto con el cachaco de plátano en la mano.
Al final de todo, como mis amigos fueron unos impuntuales y no había nadie en el bar, volví andando a mi casa sólamente, por y para dejar el plátano.


PD: Me lo acabo de comer ahora mismo, y estaba riquísimo. ¡Gracias Antonio!

3 comentarios:

  1. Jajajakajajajaj yo ayer iba a llegarme pero estaba muy cansada. me hubiera encantado verte andando con um plátano xDDDD

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  2. Jajajakajajajaj yo ayer iba a llegarme pero estaba muy cansada. me hubiera encantado verte andando con um plátano xDDDD

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  3. un GRAN plátano, no lo olvides, mi compañero de piso defendía una teoría acerca de intenciones sexuales ocultas... jajajajajaj Ay el pobre, no podía haberme dado una mandarina jajajaja

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